A través de este Blog quiero dar a conocer uno de los muchos rincones maravillosos que tiene Galicia: ARZUA y animaros a que la visitéis. Para ello semana a semana os enseñaré los pequeños paraisos que esconde este pueblo.

Arzúa es un municipio que se encuentra enmarcado en el área central de Galicia, al sur de la provincia de A Coruña. Mas concretamente se sitúa a 39 Km de Santiago de Compostela y a 63 km de Lugo. La vida de Arzúa y su desarrollo, no sólo de la villa sino de todo el ayuntamiento e incluso de la comarca, están íntimamente ligados a la Ruta Jacobea, ya que esta constituye la décimo tercera parada del Camino de Santiago Francés. Arzúa esta formada por 21 parroquias cuyos nombres se recogen en la imagen superior, aldeas que os iré mostrando a lo largo de estos meses.


Historia de Arzúa

La vida de Arzúa y su desarrollo, no sólo de la villa sino de todo el ayuntamiento e incluso de la comarca, están íntimamente ligados a la Ruta Jacobea. De hecho, el crecimiento de Arzúa como villa se produjo en el século XI al abrigo de la ruta de peregrinación, pero distintos restos arqueológicos y documentos demuestran que su nacimiento como núcleo poblacional y su importancia son muy anteriores al Medievo.

Caio Plinio, en el siglo I a.C., habla de los Cáporos, pobladores del interfluvio Tambre-Ulla de Arzúa, en el siglo II de nuestra era. Ptolomeo menciona en su Geografía (capítulo 6, tabla II) el lugar de Araduca, poblado por galaicos brácaros, lo que algunos estudiosos identifican como la ciudad celta de Arzúa. También Antonino Caracalla, en su Itinerario, menciona esta villa y la mansión de Brevis (que según algunos tratadistas puede coincidir con la actual Arzúa, en el trayecto de la vía XIX de Braga a Astorga.

En el Códice Calixtino se cita la parroquia arzuana de Castañeda (Castaniolla), lugar en el que se encontraban los hornos de cal para la construcción de la catedral compostelana, pero además, en ese mismo documento, se habla de Vilanova, nombre con el que por aquella época se designaba a la villa de Arzúa.

Durante el período de mayor efervescencia jacobea, Arzúa se convirtió en señorío del arzobispado compostelano que le concedía fueros y derechos que administraba directamente el municipio arzuano. A mediados del siglo XIV la villa fue amurallada, tal como se puede observar en los antiguos foros "por privilexio que ouvieron de los arzobispos Don Beringuel e Don Pedro para faser la cerquia".

Arzúa tuvo una gran importancia durante las luchas entre liberales y realistas en el siglo XIX. En su territorio se llevaron a cabo diversas acciones, desde 1822, con ánimo de restaurar el absolutismo monárquico. En este sentido los principales activistas fueron los Voluntarios Realistas de A Mota capitaneados desde Guntín (Lugo) por Xosé Ramos. En ese mismo período la villa fue el escenario en el que el cura Santiago Pastoriza pronunció su sermón en la bendición de la bandera de los Voluntarios Realistas (1831). Luego de aquel hito realista los constitucionales derrumbaron la torre de la antigua iglesia y asesinaron cerca de Boimorto a Antonio López, jefe de los carlistas.

Arzúa se convirtió en ayuntamiento con la extensión y la composición parroquial que hoy la forman en 1836. En 1820, con la configuración de los primeros municipios constitucionales lo que actualmente es Arzúa aparecía dividido en tres municipios: Boente, Pantiñobre y Arzúa. Pero con la vuelta al trono de Fernando VII, en 1823, gracias a la colaboración de los Cien Mil Hijos de San Luis y la restauración del absolutismo, estas entidades municipales desaparecieron.